Estacion Espacial Salyut

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Nombre de una serie de estaciones espaciales orbitales soviéticas que entraron en fase operativa en 1971; han sido utilizadas tanto para experimentos científicos como para vigilancia militar Constituidas por tres sectores cilíndricos conectados entre sí, con una longitud total de 12 m. y un diámetro de 2 a 4 m., las Salyut pesan en promedio 20 toneladas y disponen de un volumen de carga de aproximadamente 100 m3 (del orden de 1/4 con respecto a la estación orbital americana Skylab). Están alimentadas por un sistema de paneles solares que se desplegan en órbita y fueron puestas en órbita por el misil Proton.
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Habitualmente cada estación es empleada varias veces, hasta que la instrumentación de a bordo se deteriora o la base se desintegra en la atmósfera. Las tripulaciones soviéticas son enviadas a la Salyut, por medio de astronaves Soyuz, que se unen físicamente con la base espacial para luego separarse y llevar a los hombres a tierra.
Algunas bases orbitales Salyut han sido aprovisionadas por astronaves pilotadas automáticamente pertenecientes a la serie Progress (se trata en realidad de Soyuz modificadas). Con estos sistemas, los soviéticos han podido tener tripulaciones en órbita durante más de seis meses, ganando el récord de permanencia en el espacio. Durante todo este tiempo, los hombres efectúan observaciones astronómicas, experimentos biológicos y otras observaciones.
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El 19 de abril de 1982 fue colocada en órbita la estación espacial “Salyut 7”, la última de la serie “Salyut”.
Las dramáticas circunstancias de su explotación permitieron evaluar los riesgos relacionados con el funcionamiento de las posteriores estaciones, la “Mir” y la Estación Espacial Internacional (ISS).
Exteriormente “Salyut 7” casi no se diferenciaba de su predecesora, pero los sistemas de servicio fueron modernizados considerablemente: incrementó la potencia del sistema de suministro energético, se hizo más sólido el dispositivo de acoplamiento, mejoró la protección de las ventanillas contra los impactos de micrometeoritos, se perfeccionó el sistema de soporte de vida y mejoraron las condiciones de vida en el interior de la nave, que resultó mucho más confortable y segura, este último aspecto muy importante.
Las principales diferencias entre “Salyut 6” y “Salyut 7” consistían en las nuevas posibilidades para realizar investigaciones científicas y reparar los equipos de a bordo durante el vuelo. Durante más de 800 días, la estación había sido explotada en régimen tripulado. A su bordo trabajaron nueve tripulaciones (21 cosmonautas), dos de ellas internacionales integradas por ciudadanos de Francia y de la India. Los suministros eran facilitados por 15 naves de carga “Progress”.
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En la estación “Salyut 7” tuvo lugar la expedición más larga de aquellos tiempos, que duró 237 días. En dos ocasiones había volado Svetlana Savitskaia, la primera mujer que protagonizó una caminata espacial. En total, los cosmonautas habían trabajado 13 veces en la superficie de la estación. Por primera vez en la cosmonáutica mundial, los rusos Leonid Kizim y Vladímir Soloviov realizaron vuelos interorbitales de una estación espacial a otra. Primero habían volado en la “Mir”, después se trasladaron a la “Salyut” donde trabajaron 50 días, y luego volvieron a la “Mir”.
A bordo de la “Salyut 7” fueron llevados a cabo más de 2.500 experimentos geofísicos, técnicos, astrofísicos, médico-biológicos y tecnológicos. Se utilizaron para ello 175 denominaciones de equipos y aparatos científicos. El peso de los materiales con los resultados de los experimentos traídos a la Tierra superó 500 kilogramos.
También hubo dificultades. Terminada la tercera expedición fija, la estación fue conservada y durante cinco meses estuvo funcionando en régimen automático. Un día se supo que había un desperfecto en el sistema de radiocomunicación mediante el cual se recibía información sobre el estado de los sistemas de a bordo y se enviaba órdenes desde la Tierra. La estación podría quedar perdida para siempre. Se decidió “salvarla” y los únicos que podrían hacerlo eran los cosmonautas. Evidentemente, tendrían que trabajar en condiciones extremas y hubo quienes dudaron del éxito.
Cuando Vladímir Dzhanibékov y Víctor Savinij atracaron y entraron en la estación, se confirmaron los peores temores. El sistema de suministro energético no funcionaba, la temperatura dentro de la nave había descendido bajo cero y la escarcha cubría las ventanillas. Prácticamente la estación estaba muerta. Sin embargo, los cosmonautas supieron no sólo reavivarla, sino también realizar numerosos experimentos científicos continuados posteriormente por otras tripulaciones. Pero el mayor problema estaba por delante.
En junio de 1986, después que regresaran a la Tierra los cosmonautas Leonid Kizim y Vladímir Soloviov, concluyó el programa de vuelos tripulados de las estaciones de la serie “Salyut”. Habían estado trabajando en la órbita durante 15 años consecutivos. Se decidió colocar la “Salyut 7” -junto con la “Cosmos 1686” acoplada- en una órbita más alta para que pudiera volar unos años más. Ello permitiría obtener una valiosa información sobre el funcionamiento de los sistemas de a bordo cuya vida útil ya estaba agotada, y también conocer la influencia de los factores del espacio cósmico en las instalaciones del complejo orbital.
Se pensaba que una expedición especial visitaría la “Salyut 7” dentro de 7 u 8 años para comprobar su estado y traer a la Tierra partes de algunos equipos e instalaciones para estudiarlos en laboratorio. Finalizado ese programa, la estación debería ser hundida en el océano.
Pero de repente había aumentado la actividad solar. La atmósfera superior de la Tierra empezó a calentarse e “hinchar”. Ello provocó un brusco frenado de la estación y su descenso incontrolado de la órbita. El ingenio espacial de 70 toneladas cayó, afortunadamente, en una zona montañosa deshabitada de América del Sur. No hubo pérdidas humanas ni daños materiales. Cuando se procedió a decidir el destino de la estación “Mir” -si continuar explotarla pese a su vida útil ya agotada o hundirla mientras que era controlable- el recuerdo de la experiencia de la estación “Salyut 7” resultó ser decisivo.
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